La Banda Municipal de Sevilla dará el Viernes 21 de Febrero un concierto en la Sala de Exposiciones del Círculo de Labradores. El acto, que comenzará a partir de las ocho y media de la tarde, es uno de los más importantes que la Hermandad de la Paz ha tenido a bien organizar con motivo de la conmemoración de su 75 aniversario.

Sin embargo, el repertorio elegido para la ocasión es algo impersonal:

Primera parte

-La Estrella Sublime (López Farfán)
-Amarguras (Manuel Font de Anta)
-Virgen de las Aguas (Santiago Ramos)
-Soleá Dame la Mano (Manuel Font de Anta)
-Coronación de la Macarena (Pedro Braña)

Segunda parte

-Reina de la Paz (Manuel  Castillo)
-Jesús de las Penas  (Antonio Pantión)
-Victoria y Paz (Juan Antonio Sánchez Sellés / Pedro Gámez)
-Ione (Petrella)
-Virgen de la Paz (Pedro Morales)

Aspecto a destacar negativamente como se ha dicho es lo impersonal del repertorio elegido, especialmente la primera parte. Marchas archiconocidas y que poco o nada tienen que ver con la corporación del Porvenir. Es un error garrafal que no se interprete una de las marchas que –para mí– mejor representan a esta corporación del Domingo de Ramos: Regina Pacis. Marcha que, de hecho, ya fue grabada por la Banda en su disco Versión Original. Confiemos en que al menos la exclusión se deba a que vaya a ser la marcha que la banda regale como bis.

Por otra parte, la marcha La Virgen de la Paz de Francisco Pizarro, realizada con motivo de la celebración del 75 aniversario, tampoco será interpretada. Cuando el director Francisco Javier Gutiérrez Juan arribó a la banda, intentó poner en valor el patrimonio musical de las Hermandades andaluzas. Por ello, todo parece indicar que en la elección del repertorio ha tenido un peso mayor la desidia que el convencimiento de hacer algo especial.

Como aspectos positivos, la inclusión de Reina de la Paz que, aunque no esté dedicada a la corporación, es una marcha bella y emotiva que debería prodigarse más y, al menos, hasta puede parecer a quien asista al concierto que tiene algo que ver con la Hermandad de la Paz. Además, Victoria y Paz, otra marcha que pasa desapercibida actualmente pero que en su momento era una de las marchas insignia de esta Hermandad, como puede serlo ahora Virgen de la Paz.

En definitiva, creo que en un concierto de este tipo, el patrimonio musical de una Hermandad debería ser expuesto con orgullo como se hace igualmente con unos varales, un manto o lo que a bien desee enseñar la Hermandad. Y es que para poner a la música donde se merece, los mismo músicos tienen que dignificar su trabajo día a día.