Rescato un artículo que publiqué en la comunidad de Pasión en Sevilla hace tres años por estas fechas.
Este posteo que hago no tiene ningún mérito, pues hasta el título proviene de un comentario de un buen amigo mío. Así describía éste lo que sentía cuando terminamos de contemplar a la Virgen del Buen Fin mientras transitaba por la Plaza de Santa Isabel con los sones de su marcha, «Buen Fin» de Francisco Pastor.
Y digo bien, su marcha, pues el autor sabe plasmar en la misma lo que particularmente me inspira la dolorosa de San Martín en su paso de palio: delicadeza, dulzura pero a la vez rotundidad, fuerza y elegancia.
Grabada en el CD de la Filarmónica de Pilas titulado «XXV Aniversario», esta marcha tiene detrás una pequeña pero curiosa historia, de las que hacen grandes a la Semana Santa y a las personas que la viven con intensidad. Durante el período de cierre de San Andrés, la Hermandad de Santa Marta tuvo que salir varios años de San Martín. El autor, hermano de la cofradía del Lunes Santo, esperando la salida de la cofradía junto a la capilla de la Virgen del Buen Fín, se inspiró en esta bella dolorosa y le dedicó una marcha, casi a modo de agradecimiento por su compañía en el «exilio».
Bien podríamos cambiar la frase de mi amigo por la que dijese en su día Stravinski: «Estoy viendo lo que escucho y estoy escuchando lo que veo”.
Que lo disfruten.
Vídeo de josemadridista
“@J_S_Orozco: Buen Fin: la contemplación de un cuadro. http://t.co/Uea63407f7” Precioso y emotivo artículo, Javier. Te lo agradezco.